Padres Consentidores Vs Padres
Cariñosos
-Los padres
consentidores son
aquellos que tratando de amar a sus hijos y expresarle su protección y cariño
no le ponen límites al comportamiento de ellos. Establecer parámetros de
conductas es primordial dentro de la labor de los padres si desean un adecuado
desarrollo en la crianza de sus hijos y además; darle buenas cuentas al Señor
cuando un día les pregunte: ¿Qué hiciste con lo hijos que te regale, con mi
herencia (Sal 127:3) para ti en la tierra? Los padres consentidores confunden
cariño con permisividad y rabia con corrección. El primer desacierto permite el segundo, porque llega un momento
en el que los hijos comenten una falta grave y el padre se sele de sus
cacillas, y, lejos de corregirlos terminan
agrediéndolos verbal o físicamente.
-Los padres cariñosos expresan el amor con
libertad a sus hijos sin ser permisivos. Ese equilibrio, por supuesto no es
sencillo de alcanzar, pero con la ayuda de Dios, El Mejor Padre, se puede
encontrar; el asunto es buscarlo cada día. Atendiendo en lo posible cada
situación a tiempo y previéndolas, con la guía del Señor.
Una de las
principales diferencias entre las características de los padres consentidores y
los padres cariñosos es que los consentidores corrigen a sus hijos según su
estado de ánimo y acorde a él. En otras palabras: si está de ganas los atiende
y se dedica a ellos y lo segundo es que si tiene rabia, así les habla y se
descarga con ellos, pero si está feliz les da muestra de cariño y les permite
hacer lo que los hijos quieran. Mientras que los cariñosos no se deja llevar
por sus emociones y para ellos sus hijos superan sus estados de ánimo,
cansancio y resto de obligaciones.
Padres Regañones Vs Padres Consejeros
“Así también la lengua es un miembro pequeño, y sin embargo, se jacta de grandes cosas. Mirad, ¡qué gran bosque se incendia con tan pequeño fuego!” Santiago 3:5
-Los padres regañones repiten y repiten, esta es
la típica “cantaleta”, pero no toman decisiones claras y les cuesta actuar. Por
ejemplo: si los padres advierten a sus hijos sobre un castigo como consecuencia
de una falta ‘equis’, debe cumplirlo. Es importante tener en cuenta que sirve
poco hablar en tercera, desde la cocina o el cuarto mientras ellos están a
metros de distancia distraídos en cualquier cosa.
Antes que
nada, es necesario consultar a Dios en oración y en su Palabra, también debemos
ponernos de acuerdo con nuestra pareja sobre las medidas, las correcciones y
motivaciones para nuestros hijos. Es perjudicial para la confianza de los hijos
hacia los padres, que estos exijan lo que no explicaron o impongan sanciones
que antes no fueron claras.
Los padres
regañones piensan más en las reglas que en bendecir a sus hijos desde el
presente para el futuro, consideran más importante sus estatutos que a sus
hijos en sí, les importa más la violación a su autoridad que lo que la integridad
de sus hijos; es decir, si podrían estar en riesgo, como se sienten o qué estén
atravesando.
-Los padres consejeros buscan ponerse en el lugar
de sus hijos. ¿Cómo así? Le hablan según la edad y la etapa que ellos están
quemando.
Por ejemplo:
si los hijos son niños de 2 a 5 años, encuentra formas pedagógicas de
corregirlos y mantenerlos motivados al aprendizaje, al buen comportamiento y a
su relación sana con los demás.
Si los hijos
son adolescentes o jóvenes, utilizan el dialogo reflexivo (que mire su interior,
a si mismo); pretendiendo llevar al muchacho a comprender el porqué de las
cosas, las consecuencias de sus decisiones y actos, sus fortalezas y
debilidades, lo que espera en el futuro… entre otros aspectos.
Padres Imponentes Vs Padres Coherentes
“Pero la sabiduría de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, condescendiente, llena de misericordia y de buenos frutos, sin vacilación, sin hipocresía”. Santiago 3:17
-Los padres
imponentes
les agrada usar frases agresivas, temibles y amenazantes. Sus palabras
hirientes suelen ir acompañadas de gestos déspotas. Ser despectivos,
desafortunadamente, es su forma de expresar su amor y protección.
Si temen de un peligro hacia sus hijos no
buscan la forma de advertirles y guiarles, sino que incurren en imponentes “slogans”;
uno de los preferidos: “Esto es así y se hace como yo digo… ¡Aquí el que manda
soy yo!”.
Adicionalmente, son propensos a
prometer cosas que no cumplen y a quiere obligar a sus hijos a hacer lo que
ellos mismos no hacen. Nadie dijo que ser padre sea fácil, pero Dios hizo al
ser humano padre y madre porque esa responsabilidad lo ayudaría a ser mejor ser
humano, mejor hijo de sus padres terrenales y su padre espiritual y superior siervo
y ministro del Reino.
-Los padres
coherentes
se esfuerzan por ser íntegros, correspondiendo entre sus palabras y el
cumplimiento de ellas. Intentan formar a sus hijos más que con reglas e
imposiciones, con principios bíblicos y moral cristiana.
Saben que no son perfectos, ni tratan
de serlo, pero creen lo que son y son lo que creen. Esto les permite hablar a
sus hijos con razones y argumentos serios, más que con imposiciones facilistas,
que no causan ningún efecto productivo y lo que provocan es rebeldía y
resentimiento. No se trata de ser permisivos sino de inspirar nuestros hijos
con nuestra integridad.
Preguntémonos: ¿a quién le gusta que
le impongan las cosas? ¿Cuándo me imponen algo que produce en mí? Y si
obedezco, ¿de qué forma lo hago? ¿De buena gana? Uno de los mayores retos en la
crianza de nuestros hijos es aprender a convencerlos con nuestras palabras
correctas y sobre todo con nuestras acciones coherentes con ellas.
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