Cuál es el verdadero significado de honrar a nuestros padres

 Primer mandamiento con promesa


“Honra a tu padre y a tu madre (que es el primer mandamiento con promesa)”. Efesios 6:2

Honrar a papá y a mamá no puede ser limitado a una fecha comercial o a una vez al año. Honrar a nuestros padres es un mandamiento de Dios, innegociable e irreemplazable. Tan serio que de tenerlo en poco o ignorarlo estamos acortando nuestros días en la tierra. Es como si le dijeras a Dios: “no estoy muy interesado en quedarme mucho tiempo aquí…” Y por su parte, el Señor dice: si tú no quisiste cuidar de tus ‘viejos’, pues a ti no te tendrán que cuidar tus hijos. Es la ley de la siembra y la cosecha.

Las nuevas generaciones podrían creerse más astutos que sus padres, hábiles con la tecnología, pretender que no hay razón porque escuchar a papá y mamá porque que son de ‘la vieja era’ o ‘del siglo pasado’, pero ellos casi siempre tienen razón; sobre todo cuando insisten en los valores cristianos, como que en casa no se toma alcohol, no se dicen mentiras ni groserías; que en su familia se enseña que a Dios no le agradan el sexo fuera del matrimonio, que ama a los homosexuales pero no está de acuerdo y aunque la ley lo apruebe, sin  irrespetar el derecho a la igualdad, seguirá instruyendo a sus hijos que estás practicas son abominables ante Dios y que no son más que señales que Cristo está a punto de volver por su pueblo.

Es lamentable, pero a diario es cada vez más común presenciar escenas donde los hijos les hablan a sus padres con despotismo, en tono de rechazo, hastiados de escucharlos hablar. Desafortunadamente, muchos padres permiten esto, quizás por falta de conciencia de su papel formador en el carácter de sus hijos o porque años atrás ellos eran lo que maltrataban a sus hijos.

 Honrar a nuestros padres es invertir en ellos de nuestro dinero

 
"Pero si alguna viuda tiene hijos o nietos, que aprendan éstos primero a mostrar piedad para con su propia familia y a recompensar a sus padres, porque esto es agradable delante de Dios".1 Timoteo 5:4


Del fruto de nuestro trabajo, con lo que Dios nos bendijo, debemos aprender a honra a nuestros padres. Es agradable ante Dios que suplamos para cubrir sus necesidades. No solo en una fecha, Dios quiere que honremos a nuestros padres siempre.

Tal vez no cuentes con muchos recursos, pero ponlo como parte de tu presupuesto, es decir; como una necesidad más, como cualquier otra responsabilidad mensual o semanal que no da espera.

Suma una parte fundamental para tener unas finanzas bendecidas; la fidelidad con Dios en tus diezmos y ofrendas para que el devorador no toque tus finanzas y haga de las suyas en ellas, sino que el Padre lo reprenda, como dice la Palabra en el libro del profeta Malaquías 3:10.

Oras al Señor; expresándole tu deseo de honrar a tus padres con tu dinero. Y las Escrituras dicen: “Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”(Mateo 7:8). Entonces, el Señor te dará la semilla para honrarlos. Fue idea del Padre Celestial, con seguridad te respaldará. 

Recuerda: "es el primer mandamiento con promesa"; por lo tanto, lo que pongas en las manos de tus padres, no queda ahí como si nada, sino que en el mundo espiritual, como Dios te está viendo, Él hace que tu honra a tus padres se convierte en una semilla que lleva frutos de éxito en lo que emprendas y además pasa algo mayor; se te multiplican tus años de vida aquí en la Tierra.

En este orden de ideas, esto quiere decir; que recibes los suficientes los años para que tú mismo recojas la recompensa de tu trabajo y no otros, para que disfrutes el cumplimiento del primer mandamiento con promesa.

Honrar a nuestros padres es agradecer


  “Al que maldice a su padre o a su madre, se le apagará su lámpara en medio de las tinieblas”. Proverbios 20:20

Jamás podemos olvidar todo lo que nuestros padres hicieron por nosotros. Una de las virtudes espirituales que debe desarrollar un hijo de Dios, que está en comunión con Él, es la gratitud.

Hemos presenciado sepelios, donde hijos lloran a gritos con un gemido profundo  cargado de lamento y pesar porque no le dijeron y demostraron a su padre  todo lo que sentían por él. Dicen en su dolor que desean por lo menos un minuto para hablar con aquel ser querido, que ya no los puede oír.

Les debemos expresar nuestra La gratitud a nuestros padres en vida. El tiempo cobra bien caro cada minuto que no vivimos amando de verdad. Solo Dios puede sanar aquella heridas que deja la ausencia de un padre o una madre, en un hijo que no los valoro mientras vivían. De hecho, ya es bien difícil superar la pérdida de los padres, ahora cuanto más saber que no solo no los tendremos de ahora en adelante, sino también que nunca los tuvimos, porque jamás los supimos aprovechar.

Si tenemos a nuestros padres con vidas y a nuestros seres queridos, vamos a ser más agradecidos con ellos. ¡Urgente! Se buscan hijos agradecidos; dirían un anuncio de Dios. Basta de orgullos y resentimientos dañinos, volvamos al perdón y la reconciliación que nos enseño nuestro Señor Jesucristo.

No esperemos perder a estos dos seres únicos e irremplazables; mamá y papá, para darte cuenta cuanto los necesitabas. Siempre podremos encontrar una forma nueva de agradecerles a nuestros padres cada esfuerzo y sacrificio que hicieron por nosotros.

Dios nunca dijo que fuéramos jueces de nuestros padre, que evaluáramos sus acciones o si merecían ser llamados o considerados padres, tampoco dijo: ‘si quieres’; Él dijo honra a tu padre y a tu madre.



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