Alguien limitado no podrá alcanzar lo sobrenatural, lo que no tiene límites. Este principio lo aprenderemos en el siguiente pasaje bíblico:
“Y él esperó siete días, conforme al plazo que Samuel había dicho; pero Samuel no venía a Gilgal, y el pueblo se le desertaba. Entonces dijo Saúl: Traedme holocausto y ofrendas de paz. Y ofreció el holocausto. Y cuando él acababa de ofrecer el holocausto, he aquí Samuel que venía; y Saúl salió a recibirle, para saludarle”. 1 Samuel 13:8-10


Dios a través de Samuel le da una palabra profética al rey Saúl, una promesa que tenía un plazo corto para su cumplimiento, solo siete días debía esperar para que la mano poderosa de Dios entrara en acción para establecer su reinado y el de sus próximas generaciones.

Saúl no estaba autorizado para ofrecer sacrificios a Dios para pedir la victoria en la guerra que enfrentaba, esa era una labor exclusiva del profeta Samuel, pero se desespero porque el pueblo lo estaba dejando solo y tuvo miedo de los Filisteos, la nación enemiga. Saúl no soporto la presión, fue limitado por un plazo que tenia limites; eran siete días nada más, así que no estaba listo para sostener su reinado y lo perdió (1 Sam 13:14).

Lo limitado. Es todo aquello que puedes ver con tus ojos físicos, lo cual es temporal y tiene fin (2 Cor. 4:18). La Biblia es muy clara en afirmar que no podemos mirar lo limitado; ya que nuestra visión determina nuestra dirección.

La transición. Se da a través de la búsqueda de una relación real e intima con el Creador. Esta búsqueda propicia un cambio de posición, es decir; Dios te promueve a mejores lugares. La transición es producto de mi cercanía al Señor.

Respecto a esto la Biblia dice: “si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra” (Col 3:1-2).

Empezamos a ascender a lo sobrenatural cuando buscamos a Dios con intención y propósito, que es: estoy orando, ayunando, congregándome… porque entiendo que mis sentidos espirituales están siendo ejercitados para ver lo que no se puede sino con los ojos del alma y palpar con el espíritu; lo eterno.

Cuando esto se hace cotidiano estoy tomando mi posición e identidad en el reino de los cielos, estoy saliendo de lo limitado a lo que no tiene límites.

Lo que no tiene límites. Es lo que no escasea, ni disminuye (1 Reyes 17:14). Si sientes que en tu matrimonio escasea el amor y respeto es tiempo de ir a lo que no tiene límites; o también hay escases y disminución en tu familia, empresa y demás, no esperes más; es tiempo de ir de lo limitado a lo que no tiene límites.

Que no te limite la crisis, la deuda o el problema, sal de lo limitado y trasciende a lo ilimitado de Dios. Lucha con sus fuerzas, Él te sostiene con sus manos por tu etapa de transición.

Es hora de disfrutar en grande: tus sueños, tu familia, tu profesión y trabajo; todo lo que Dios tiene para ti y los tuyos. Permite que el Salvador, Jesucristo te abrace con su amor ilimitado y entra en tu transición para que alcances a ser la mejor versión de ti, por medio de Cristo.

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