“Porque si perdonáis a los hombres sus
ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial San Mateo” 6: 14
Esta frase anónima expresa lo improductivo que es la falta de
perdón y a quien realmente le perjudica: “El resentimiento es como tomar un
veneno y esperar que a ‘otro’ le haga daño”. Mira esto: Dios está por hacer
cosas nuevas y maravillosas en tu hogar, pero el resentimiento obstruirá tu
visión para verlas, tus manos para construirlas y tu sonrisa para disfrutarlas.
La sanidad de nuestras heridas están tan cerca como la toma de una sencilla
decisión: perdonar. No te vuelvas a contar la misma historia del aquel día que
tu ser amado defraudó tu confianza, decide perdonar y punto. Renuncia al dolor,
deja que Dios cicatrice; días, meses o quizá años de amargura.
Recupera tu
felicidad, rescata tu familia. Si sabes que puedes ayudar a un familiar a
alcanzar sanidad interior pidiéndole perdón, no esperes más, ve y a exprésale
tu arrepentimiento genuino. Para el que cree todo es posible (Mr. 9:23) y el
amor todo lo puede (1 Cor. 13).
Recuerda que en Dios todo obra para bien (Rom.
8:28), ese momento tan difícil míralo como tu oportunidad para experimentaran
lo maravilloso del aprender a perdonar, Dios usará ese acontecimiento para
unirte más a tu ser querido, después de esto se amarán más profundamente, ahora
estarán más conectados que nunca.
Dios cambia el lamento en gozo y motivos para
darle gracias, en testimonio de su poder para los que no creen. Podrías pensar
que has intentado, que hay momentos en lo que has llegado a desear perdonar
pero que se te ha hecho tan difícil. Pero: es más difícil y atormentador seguir
cargando ese resentimiento, porque estarás permitiendo que no solo mate tu
pasado, que ya es suficiente, sino también tu presente y tu futuro. Agárrate de
esta Palabra: “Todo lo puedo en Cristo” (Fil. 4:13)
Oremos:
Gracias Padre, porque hoy mi corazón es como nuevo, tu poder
lo restaura totalmente. Suelto el pasado, te entrego toda carga de
resentimiento, no me resistiré más a lo nuevo que tienes para mí y mi hermosa familia.
Renuncio al dolor y la amargura y permito que tu poderosa mano cicatrice
aquellas heridas que trataba de maquillar para ocultarlas, pero que aun
sangraban. Declaro libre a cada miembro de mi familia de todo resentimiento y
profetizo que abren su corazón para experimentar el perdón genuino. Perdono a:
_____________
porque: ____________.
Entierro de una vez y para siempre todo lo que sucedió y sano en el nombre de Jesús. Amén.
porque: ____________.
Entierro de una vez y para siempre todo lo que sucedió y sano en el nombre de Jesús. Amén.
Te bendecimos:
Declarando
sanidad interior para toda tu familia.
Reto del día
Reconcíliate con todos tu familia y mantén esa armonía.
photo credit: via photopin (license)
No hay comentarios:
Publicar un comentario