La Biblia Dice:
“Porque
no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra
huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” Efesios 6:12
La familia es la principal escuela
de formación de Dios porque es allí donde se establecen nuestras reglas de
comportamiento e ideales. Dios dio su imagen y semejanza al hombre, entonces
quiso que cada miembro de nuestra familia fuera su representación y compañía en ese trayecto de ser
perfeccionados.
Lo que el enemigo quiere es deformar la figura de Dios en nuestros familiares, por eso la Biblia dice que estamos en una batalla espiritual contra las tinieblas (Ef. 6:10-20). Las áreas que queden pendiente en la formación de nuestra casa el enemigo querrá usarlas como oportunidad para dañar el Plan de Dios en nuestras vidas.
Dios escogió a la familia como vientre espiritual que alimenta y conserva su diseño para el hombre y luego dar a luz hombres y mujeres de Principios, temor a Dios y que desarrollen sus Propósito.
En ocasiones el hogar se vuelve un hotel de paso y los hijos no ven el día de ser “independientes”. El dicho bien dice: “hijo eres y padre serás” y las Escrituras a los hijos les pide obediencia y a los padres prudencia (Ef. 6:1-5).
No por casualidad desde el versículo 10 empieza a explicar la dimensión de la lucha espiritual, esto para que seamos consientes que nuestros familiares no son nuestros enemigos, Dios quiere que seamos un equipo en contra de Satanás y sus planes de dividir y devaluar la familia igual que lo intenta con la Iglesia, nuestra familia en Cristo.
Nuestra observación debe ser más profunda, cavando entre los escombros de las crisis para encontrar las raíces, tanto del plan de Dios como el de Satanás y con autoridad arrancar las mentiras del enemigo de nuestra casa y en intercesión, con sabiduría y amor vivir el Propósito Divino.
Lo que el enemigo quiere es deformar la figura de Dios en nuestros familiares, por eso la Biblia dice que estamos en una batalla espiritual contra las tinieblas (Ef. 6:10-20). Las áreas que queden pendiente en la formación de nuestra casa el enemigo querrá usarlas como oportunidad para dañar el Plan de Dios en nuestras vidas.
Dios escogió a la familia como vientre espiritual que alimenta y conserva su diseño para el hombre y luego dar a luz hombres y mujeres de Principios, temor a Dios y que desarrollen sus Propósito.
En ocasiones el hogar se vuelve un hotel de paso y los hijos no ven el día de ser “independientes”. El dicho bien dice: “hijo eres y padre serás” y las Escrituras a los hijos les pide obediencia y a los padres prudencia (Ef. 6:1-5).
No por casualidad desde el versículo 10 empieza a explicar la dimensión de la lucha espiritual, esto para que seamos consientes que nuestros familiares no son nuestros enemigos, Dios quiere que seamos un equipo en contra de Satanás y sus planes de dividir y devaluar la familia igual que lo intenta con la Iglesia, nuestra familia en Cristo.
Nuestra observación debe ser más profunda, cavando entre los escombros de las crisis para encontrar las raíces, tanto del plan de Dios como el de Satanás y con autoridad arrancar las mentiras del enemigo de nuestra casa y en intercesión, con sabiduría y amor vivir el Propósito Divino.
Oremos:
Gracias porque eres el mejor Padre y con Jesús me han mostrado
el rol y la unidad perfecta. Espíritu de Dios revélame tu verdad sobre la
familia y Plan específico para la mía,
danos tu visión para determinar la raíz de los problemas y la habilidad de
trabajar en equipo a favor de lo que has preparado para cada uno. En el nombre
de Jesús desautorizo toda mentira, engaño, división e incredulidad. Soy un
soldado, mis armas son poderosas en Dios para contrarrestar al enemigo, porque
mi lucha no es contra mis familiares. No temeré, soy más que vencedor.
Te bendecimos: A partir de ahora lucharás contra el enemigo correcto. Tu
hogar es libre y camina en el Propósito Divino.
Reto
Pregúntate:
¿Cómo puedo apoyar el
Plan de Dios para mi casa?
Comprométete a
interceder fuerte cada día por tu familia.
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